Monday, March 6, 2017

La magia de la radio no es solo una metáfora

Cuando la magia da un paso más allá, consigue que ni veamos de dónde ha salido y acaba en nuestras casas y en nuestras manos a través de la radio

“Vosotros, los oyentes, vais a hacer desaparecer algo. Por un segundo vais a ser magos. ¿No os lo creéis? Escuchad atentamente: solamente os tenéis que imaginar que sostenéis un cuchillo por el mango. Pero a ese chuchillo le falta el filo que corta. Ahora le falta también la hoja entera de cortar. Y, finalmente, le falta el mango. Ya está. Acabáis de hacer desaparecer un cuchillo, el sueño de todo mago.”

Y así, señoras y señores, es cómo Juan Tamariz hace magia por la radio. Sí, sí, has leído bien: por la radio. ¡Lo nunca visto! Ni nunca se verá; es lo que tiene la radio, que se oye, pero no se ve. Seguro que te habrás quedado boquiabierto, con cara de extrañado e intentando unir cables para ver que, teóricamente, es imposible. “Magia y radio, ¿cómo pueden ir en la misma frase?” Pues bien, en un siglo en el que no quedan pliegues para esconder secretos, los magos siguen teniendo un as en la manga.

La primera vez que lo escuchas, y nunca mejor dicho, resulta extraño. Los profanos, como llaman los magos al resto de la humanidad que no saben sus trucos, tienen asimilado que, para que los magos puedan desplegar su magia, hace falta que ellos lo vean, es decir, tienen que estar en el mismo espacio geográfico y temporal que el mago. Pero resulta que no, que actualmente los magos han avanzado tanto sus técnicas que pueden sorprendernos a miles de kilómetros de distancia.

El mago moderno ya no necesita ni ver, ni oír, ni tocar. Ni tan siquiera estar presente. Su única necesidad se resume en hablar y ser escuchado. Nada más. En su voz se genera la magia y en tus manos ocurre. Así de simple.

Así que ahora, para todos aquellos profanos que estén leyendo, se va a desmantelar el gran truco que se esconde detrás de las mágicas palabras del mago que, cómodamente sentado en la silla de un estudio de grabación, nos hechizan y nos convierten a nosotros en los verdaderos magos: ¡abracadabra!

El punto de partida se sitúa en esa silla dónde el mago, sentado y con una sonrisa de oreja a oreja del que sabe que lo que está a punto de ocurrir va a ser, por lo menos, inverosímil, pide a los oyentes que lo estén escuchando que cojan ciertos objetos, como pueden ser una baraja, unas monedas, utensilios pequeños tales como garbanzos, clips, chinchetas… etc. Una vez el mago consigue “hechizar” a los oyentes para que se muevan por toda la casa en busca del material deseado, empieza la magia. El primer mago dará unas órdenes al segundo mago, el inicial profano, y éste seguirá los pasos del primer mago al conjuro de su voz hasta que consiga tener un imposible en su propia casa: el mago radiofónico habrá conseguido adivinar en la distancia cuántos objetos tenía en su mano o qué carta era la que había escogido. También pueden realizar trucos con números, como los típicos juegos matemáticos que hacíamos de pequeños, en el que el mago pide al oyente que piense en un número, que lo multiplique por tal, lo reste por pascual y… ¡tachán! le sale el 7. 

El oyente, el inicial profano, el encarnado mago, la persona que ya no sabe qué es real y qué no lo es, se asombrará e incluso hasta se asustará cuando, dos cartas que él mismo haya perdido en la baraja, aparezcan encima de ésta o, en el más fantástico de los casos, ¡que una carta viaje hasta su bolsillo! No obstante, no podrá hacer trampa puesto que, si intenta repetir el efecto a escondidas sin la voz del mago, la magia del truco se desvanecerá. Se volverá a quedar boquiabierto del asombro, con cara de extrañado e intentando unir cables para ver que, en la práctica, ha realizado un imposible. Y ahora sí: “magia y radio son posibles en la misma frase”.

A la hora de pensar en un mago español, indudablemente nos acude a la mente el nombre de Juan Tamariz. Este gato viejo de la profesión, además de ser un ilusionista especializado en cartomagia y en magia de cerca, fue de los primeros en introducir la magia en el mundo radiofónico, seguramente con la broma citada al principio ya que una de las cosas que más lo caracteriza es el humor dentro de sus trucos. Durante un largo año lleno de magia e ilusionismo, estuvo como colaborador en el programa de radio “No somos nadie” en la M80 Radio entre 2002 y 2009, presentado y dirigido por Pablo Motos y Celia Montalbán. Se dedicaba a hablar sobre el mundo de la magia en general hasta que se le ocurrió hacerla él mismo y así enganchar más a los oyentes del programa. “Solamente preparábamos a los oyentes para que en sus casas ocurriera el misterio” comentó el modesto mago en el programa “Hoy por Hoy” en la Cadena SER en el 2012. La experiencia y los trucos realizados durante el programa de Pablo Motos, dieron origen a que el mago se animara a escribir “Por arte de Verbimagia”, en el que recopila sus juegos más sorprendentes.

Para poner en situación a aquellos profanos que no lo sepan, la verbimagia es básicamente el tipo de magia comentada anteriormente, la que se hace por la radio; aquellos juegos que, si los espectadores siguen las órdenes del mago, consiguen realizar un truco de magia en toda regla y ellos solos. Son juegos que siempre se han hecho de tú a tú para dar más protagonismo a los espectadores pero que, a la hora de adoptarlos en la radio, son los que mejor funcionan y los que más asombro suscitan en los oyentes.

A parte del libro del famoso Tamariz, se pueden encontrar otros manuales, si os queréis convertir en verdaderos magos verbimagicos, como “Magia invisible” de Carlos Adriano o “Engaños a orejas vistas, o sea, el arte de hacer diabluras radiofónicas” de Imanol Ituiño. Justamente este vasco y mago de nacimiento, es el único ilusionista en toda España que, actualmente, hace magia por la radio de manera regular. Lo podéis escuchar todos los miércoles a las 12.30 del mediodía en el programa “Faktoria” de Euskadi Irratia. “Es curioso porque yo estudié comunicación audiovisual, pero yo no estoy en la radio por haberme licenciado en eso, sino por ser mago” comenta con una risa el vasco.

Por arte de magia, esa que hoy en día llamamos aviones, Imanol se teletransportó desde su Bilbao natal hasta Barcelona el pasado 21 de febrero para presentar su libro y ofrecernos unas pinceladas de lo que se cuece cuando está hechizándonos con sus palabras a través de la radio.

“Llevo ya 4 años haciendo el programa y, cada mes, hago más o menos 3 sesiones de historias, anécdotas y biografías, y una de magia pura y dura”. Para ilustrarnos esa magia verdadera de la radio, narró tal cual varios guiones de trucos que él había realizado en su programa a lo largo de estos años. Pero la verdadera magia ocurrió entre bambalinas, cuando la gente salió asombrada del local e Imanol desveló en petit comité la increíble chispa de este arte.

“La magia en la radio no es tanto otra manera de entretener, sino que es una especie de rama dentro de la magia. Tampoco es que sea una cosa moderna, ya que ha habido magos que, históricamente, han hecho magia por la radio. De hecho, aunque en el año 1915 se pusiera la primera estación de radio en los Estados Unidos, por increíble que parezca, ya existía la radio antes. Lo que pasó fue que habían inventado cómo mandar sonidos y eso se utilizaba como método para hacer juegos de magia: había magos que tenían estos aparatos de radio escondidos en el escenario para chivarse informaciones mágicas. Yo creo que es muy bonito que la técnica se use para hacer la trampa y, una vez que la técnica ya es conocida, porque todo el mundo tiene una radio en casa actualmente, se use para hacer magia a través de esa misma técnica.”

Imanol no considera que la que magia en la radio esté infravalorada sino “todo lo contrario, se incrementa”. “Hay juegos que si yo te los hago aquí en persona tú puedes decir ‘bueno vale, no sé cómo lo has hecho, pero no me ha impresionado mucho’. Sin embargo, si el mismo truco lo haces tú mismo en tu casa porque estás escuchando a una persona en la radio y, finalmente, te sale, el hecho de que tú no estás en la misma habitación que el mago ni lo conozcas cara a cara, incrementa la emoción.”

A la hora de los trucos que más frecuentemente se suelen realizar en los programas radiofónicos, Imanol se centra sobre todo en los juegos verbimagicos, aquellos explicados más arriba, pero cree que “no es la única forma de hacer magia por radio”. “También está la opción de que en casa solo oigan la magia y no tomen parte activa en ella de ninguna manera. De esta manera, el locutor sí que estaría compinchado, pero no importa porque éstos tienen una fuerte conexión con los oyentes y, como son profesionales que están acostumbrados a narrar cosas, la emoción que le pueden poner explicando lo que han vivido es tan o incluso más fuerte que cualquier juego verbimagico.”

Pero la aventura no terminaba aquí. En vista de que en el libro daba consejos y adjuntaba sus actuaciones radiofónicas más populares, adentrarse en la mágica lectura de “Engaños a orejas vistas” es un buen método para desmantelar a todos aquellos profanos que lo lean, el gran truco que se esconde detrás de la elaboración de un guion radiofónico que contenga pura magia: ¡abracadabra!

Una cosa importante a la hora de hacer magia por la radio es intentar prever qué tipo de gente estará escuchando la radio a esa hora. “Yo hago el programa alrededor de las 12 y sé que gente joven me escucha poca, pero sí que lo hacen amas de casa, jubilados, gente que trabaja en oficinas y tienen la radio puesta o gente que va en el coche. Soy muy consciente de que, del 100% de las personas que me escuchan, solo un 20% realizará el juego.” No obstante, el elemento principal es que, aunque haya personas que no sigan el juego, se entretengan y por eso es muy importante ofrecer bromas, sonidos y que haya un tema que resulte sustancial.

Otro punto a tener en cuenta es saber qué ha venido antes de la sección de magia y qué vendrá después. Imanol ya sabe que no está en sus manos esa decisión, pero comprende que a veces es difícil pasar de dar una mala noticia “al cachondeo del mago de turno”. Si algún día, justo antes del programa informan de una catástrofe, aunque los oyentes sepan que la regla de oro es que “the show must go on”, está bien hacer referencia a ello y empezar la magia con mucha delicadeza.

En cuanto a ideas sobre temas para tratar en la radio, Imanol nos aconseja fijarnos en la actualidad puesto que es uno de los elementos que caracteriza este medio de comunicación. “Cualquier novedad o referencia a un tema de actualidad, foto de WhatsApp viral o noticia curiosa, causará furor entre los oyentes.” Por el contrario, el mago casi nos prohíbe temas escabrosos como la política o alguna noticia que pueda segmentar demasiado la opinión pública.
Además, para sentirnos un locutor más mientras realizamos nuestros mágicos trucos, el mago vasco nos aconseja repetir varias veces el nombre de la emisora y del programa. “Si os fijáis, en los programas de radio están constantemente poniendo cortinillas con su sintonía y nombre.” Pues nosotros debemos hacer lo mismo.

Hasta ahora, los profanos solamente han ido descubriendo el arte que se esconde detrás de la magia en la radio porque es lo más inusual, lo más inverosímil y lo más extraordinario. No suele ser muy común estar escuchando un programa de actualidad o las canciones del momento y que, de repente, te salga un mago incitándote a que lo seas tú también con sus espectaculares trucos. En cambio, lo que sí es más común escuchar en la radio son programas que hablan sobre magia. A veces, el cambio de un simple verbo y una sencilla preposición acaban dando la vuelta a la tortilla.

Por lo tanto, cambiemos ahora de sintonía dejando atrás el hacer magia en la radio para pasar a hablar de magia en la radio. El mismo Imanol comentaba anteriormente que él también habla sobre magia en algunos de sus programas e incluso existen varios programas más relacionados con la cultura y el arte que tienen esporádicas colaboraciones de magos que aprovechan el estar en un medio de comunicación donde miles de personas lo están escuchando para, ya sea promocionar su nombre y su espectáculo o hasta para animarse y hacer algún truco. Pero lo que ahora nos interesa son programas íntegros de magia, ¡a tutiplén!

Uno de los programas con más oyentes, al menos a nivel provincial, es “La Oreja Mágica” que se retransmite todos los jueves a las 22 en Radio Kanal Barcelona (106.9 FM) dirigido y conducido por Brando y Silvana. Sí que es cierto que, según explicaron en una entrevista, magos como Toni Casas han hecho algún que otro juego a uno de sus oyentes, pero esa no es su especialidad. “Tratamos el ilusionismo y a los ilusionistas como verdaderos artistas y, además, contamos o nos cuentan ellos mismo de qué se trata vivir de esta profesión, anécdotas o sus próximos espectáculos.” También, simplemente, hablan de la magia, de sus trucos, sus misterios, de los profanos sorprendidos… además de actualidad mágica, como por ejemplo si va a haber algún congreso de magos próximamente o quién va a actuar en qué lugar. Además, para entretener al público también suelen funcionar las historias de los magos de la antigüedad o curiosidades sobre la larga historia de la magia, cosa que a Imanol le gusta particularmente.

Brando y Silvana, no obstante, saben que su temática no es a lo que están habituados los oyentes radiofónicos, pero no por eso consideran que no se tome suficientemente en cuenta la magia en la radio; simplemente no es algo habitual. “A la audiencia le llama mucho la atención este tipo de programas. La magia es el arte de lo imposible y es ante este hecho que la gente se siente atraída. ¡Ver lo imposible hacerse realidad es muy atractivo!”

Por lo tanto, ahora ya se ha desvelado el secreto y el efecto que tiene la magia en la radio y, por esa razón, vemos el tema mucho más claro: nos encontramos con un espacio en la radio en el que personas interesadas en el mundo mágico hablan sobre aquello que tanto les apasiona y, una vez entre un millón, tenemos a un verdadero mago a miles de kilómetros de nosotros hechizándonos y haciéndonos ver que la magia puede llegar a ocurrir en nuestras propias manos.

Pero, ¿qué ocurre con el resto de magos que sí que vemos, aquellos tan típicos y famosos de calle o de teatro? ¿qué opinan ellos? La verdad es que muchos de ellos se sorprenden al escuchar el efecto tan grande que tiene la magia en la radio. Uno de ellos, el mago Churrimongui, asistió a la presentación del libro de Imanol y no pudo estar más embelesado con el hechizo que el mago radiofónico desprendía. “El hacer la misma magia que puedo hacer yo mismo por la radio le da un efecto mucho más mágico porque, en este medio de comunicación, como siempre se ha dicho, la imaginación es lo que más valor tiene y él consigue hacer magia con la imaginación de los oyentes.” Este mago barcelonés admira este tipo de actuaciones puesto que tiene en cuenta que el mago radiofónico juega con la ventaja de que “puede ir preparando la técnica más fácilmente, para el profano el truco, sin necesidad de sugestionar al espectador, es decir, inducirles a que miren hacia un lado mientras que en el otro están preparando el truco.” El mago de la radio no hace falta que te haga mirar a ningún lado puesto que el juego es a oídas, no a vistas, y eso es lo que juega a su favor.

Respecto a los programas que hablan de magia, como “La Oreja Mágica”, el mago Churrimongui lo ve como algo positivo ya que cree que “para algunos perezosos a la hora de leer, es agradable que te cuenten historias de la magia, biografías de magos, información sobre espectáculos de magia… aparte de que es una buena vía para que el resto de magos se den a conocer”. A pesar de que la magia en la radio sea minoritaria, este mago afirma rotundamente que el efecto que proporciona es brillante.

La radio tiene un poder que el resto de medios no tienen. Tiene el poder del misterio, el de escuchar una voz sin saber de quién es, el de imaginarte cómo serán esas personas y qué aspecto tendrán. Tiene el poder de despertarnos de buen humor por las mañanas, acompañarnos durante nuestro ajetreado día y dormirnos plácidamente por la noche. La radio, en ese aspecto, es muy poderosa. A su vez, la magia también tiene ese poder misterioso, hechizante, que nos hace creer en imposibles y nos hace dudar de nuestros propios ojos. Por eso, aunque al principio creyerais que la magia en la radio era una cosa nunca vista (que, de hecho, no se ve), que os hacía poner caras de asombro y sobre la cual no lograbais unir los cables, al fin y al cabo, aunque parezca algo improbable a priori, la magia y la radio se llevan muy pero que muy bien. 

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